Sus expectativas de vida son muy variables: fluctúan desde 20 años hasta un límite máximo de 30 e incluso 35 años. A estas últimas cantidades sólo arriban algunos animales privilegiados y lo hacen debido a condiciones físicas individuales, razas, salud, longevidad, cuidados, alimentación, trabajos realizados, etc. La edad funcional, o sea, hasta cuándo son útiles los caballos depende de la tarea o deporte que realiza. Por ejemplo, el caballo pura sangre de carrera inicia su actividad a temprana edad y la deja también muy joven, aunque una de las excepciones actuales es el caballo Calidoscopio, quien demostró que a los nueve años pudo ganar una importante carrera. En esta labor deportiva hay elegidos que al finalizar las competencias continúan actuando como reproductores y de esa forma su ciclo productivo se extiende.
En la equitación, el caballo comienza su etapa alrededor de los cuatro años y su excelencia deportiva se demuestra recién después de algunos años de estar en actividad. Siempre y cuando su salud y el estado general se lo permitan, puede seguir actuando varios años.
El caballo de trabajo o de campo tiene una mayor duración dentro de su etapa de utilidad, pueden verse animales con una edad cercana hasta los 19 años o a veces más cumpliendo con su labor. Lo mismo sucede con el animal que se utiliza en el medio rural para el traslado de las personas.
La reproducción es donde el animal tiene una mayor duración: existen yeguas y padrillos que pueden tener descedencia al sobrepasar los 20 años. Los avances de la tecnología reproductiva permiten que el semen de un caballo adulto pueda ser utilizado en varias hembras. La yegua de edad avanzada muchas veces no puede llevar a cabo una gestación, pero la transferencia del embrión permite que sea la reproductora quien aporta su óvulo fecundado y la preñez la lleve a término otra hembra (receptora).
tiene información importante de cuanto puede vivir un caballo según dependiendo del cuidado que se le de
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