lunes, 16 de noviembre de 2015

Alimentación de los caballos



Los caballos son animales que se alimentan fundamentalmente mediante el pastoreo y tienen un sistema digestivo delicado, el estómago solo es capaz de procesar pequeñas cantidades de comida debido al tamaño tan pequeño que tienen.  Cuando alimentamos a los caballos con cantidades de comida relativamente grandes debemos tener mucho cuidado con lo que le damos y cómo lo hacemos. La cantidad de alimentos que un caballo necesita varía de acuerdo a la actividad, la edad, la raza, el clima, la calidad de los alimentos, la calidad de la vivienda y la condición de los dientes.

De acuerdo a su propósito, la alimentación de los caballos puede dividirse  en tres categorías: con pastos, con heno y con concentrados.

Pasto

La comida más natural para los caballos es el pasto de buena calidad. Ellos son animales herbívoros muy selectivos y necesitan una gran superficie para satisfacer sus necesidades nutricionales. El hecho de que un campo esté verde, no quiere decir que contiene pasto suficiente para un caballo, y dependiendo del lugar, en ocasiones durante gran parte del año no hay pasto disponible. Una forma para optimizar la cantidad de pasto disponible es dividir el área en secciones e ir pasando a los caballos por cada una de ellas, de esta manera tendrá oportunidad de que la hierba vuelva a crecer en cada zona y de limpiar el estiércol.

Heno

El heno es el alimento básico de los caballos domésticos, pero antes de comprarlo, debe ser inspeccionado cuidadosamente. Siempre asegúrese de que las pacas estén verdes y libres de polvo y moho, además introduzca una mano hacia el centro de una paca y compruebe que no esté caliente. Alimentar a un caballo con heno mohoso puede provocar cólicos y el heno polvoriento puede causar problemas respiratorios. Una buena idea para evitar el polvo es apartando los copos y agitarlos bien antes de suministrarlos. Como medida de precaución, también puede remojar el heno antes de la alimentación.

El tipo de heno disponible varía según la zona en la que se vive, existen tres tipos básicos de heno: el heno de hierba, el heno de alfalfa y la mezcla de hierba con alfalfa. Las hierbas más comunes son la timotea y el bromo, pero la alfalfa tiene un contenido de proteínas superior al pasto. Muchas personas consideran que para alimentar a un caballo lo mejor es combinar la alfalfa y el pasto, de ahí que la hierba timotea, el bromo y la alfalfa sea una combinación muy frecuente.

 Alfalfa
La alfalfa también está disponible en forma de cubos y granos, sin embargo los caballos necesitan tiempo para masticar, por lo que, salvo por motivos veterinarios, la mayoría de las personas alimentan a sus caballos con heno debido a que algunos caballos tienen tendencia a ahogarse con los cubos. Para estar seguro, se puede suavizar los cubos con agua antes de que el caballo los coma. Tampoco es recomendable alimentarlos con hierba cortada.

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